Los geodesecadores constituyen una tecnología simple, económica, eficiente y medioambientalmente amigable para la recuperación, el tratamiento, y la disposición de una amplia gama de lodos y sedimentos, incluso contaminados, permitiendo separar el agua, y encapsulando los barros tratados.
La remoción del agua de materiales con alto contenido de humedad (por ejemplo, lodos, sedimentos o relaves), sea tanto para su empleo o disposición final, es un proceso presente en distintas industrias, incluso en la actividad minera.
Pueden emplearse diferentes medios para lograr el desecado de lodos. Los geodesecadores (desarrollados a partir de la utilización de tubos de geotextil) son una tecnología simple, económica, eficiente y amigable con el medio ambiente para la recuperación, tratamiento y disposición de lodos y sedimentos (incluso contaminados), que permite separar el agua y encapsular los barros tratados.
Existen en la actualidad geotextiles particularmente diseñados para la confección de geodesecadores, que brindan altas resistencias, facilitan su llenado y sucesivas recargas, y poseen excelentes propiedades hidráulicas, como la alta permeabilidad con baja apertura de poros lograda gracias a sus entramados especiales.
De manera general, el principio de funcionamiento consiste en la disposición por transporte hidráulico de una hidromezcla que contiene sólidos en suspensión (relaves, lodos, arenas, etc.) hacia el interior de los módulos de desecado. Los lodos son bombeados al interior de los geodesecadores, donde debido a la permeabilidad y capacidad de filtrado del geotextil que los conforma, se separa y elimina la fase líquida quedando retenidos los sólidos. El proceso es cíclico, con sucesivas cargas y pérdidas progresivas de humedad hasta completar el proceso de desecado de los barros. Para lograr una mayor eficiencia del sistema, puede ser necesario la incorporación de polímeros floculantes. Esto dependerá del tipo de barro que se quiera tratar y del grado de eficiencia de filtrado buscado.
Se puede ver la nota completa en la Ed. Especial sobre Minería recientemente publicada por la Revista Vial AQUI.
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