Se utilizó sobre una subrasante heterogénea de baja capacidad soporte, en el marco de la segunda etapa de la obra de expansión del Centro de Concentración Logística de la ciudad de Buenos Aires, ubicado en Villa Soldati.
CTC Administradora S.A. continúa con la construcción del predio con 220 depósitos previstos sobre 37 has de terreno asignado. Este centro logístico vincula grandes camiones con vehículos livianos destinados a la recolección o distribución urbana de carga en la ciudad de Buenos Aires, y actualmente se encuentra operando en el 50% de su superficie total (Ver Sol Coripa 3-16).
Problemática planteada
El predio presenta características particulares, ya que formaba parte de los bañados del cauce de inundación del Riachuelo, y sufrió progresivamente rellenos marginales (ex basural). El estudio geotécnico indica “un manto superior de rellenos heterogéneos, incluyendo basura descompuesta” de hasta 12 m de altura. De manera general se tienen suelos blandos con posibles asentamientos iniciales debidos a oquedades, pobre compactación de los rellenos actuales, y descomposición de materia orgánica.
Solución empleada
Para poder lograr la capacidad soporte requerida según proyecto se debieron realizar importantes movimientos de suelos y la inclusión de un geotextil tejido de refuerzo Plustex T J 450.
En primer lugar se excavó y reubicó el material existente. Luego se colocó una capa de arcilla y suelo estabilizado con cal. Sobre ese material estabilizado se colocó el refuerzo geosintético compuesto por un geotextil tejido de polipropileno Plustex T J450 y finalmente un relleno de suelo seleccionado de 1,2m de espesor hasta alcanzar la cota de proyecto.
El geotextil generó una plataforma de trabajo en la etapa constructiva que permitió el tránsito de los equipos y la correcta compactación del terraplén, minimizando el espesor de material de recambio y por lo tanto reduciendo los tiempos de obra y los costos de proyecto.
La estructura de un pavimento está constituida por varias capas y su resistencia global no solo depende de la resistencia individual de cada capa, sino también de la correcta adherencia entre las mismas.
El desempeño estructural de un pavimento asfáltico depende, entre otros factores, de la adherencia entre las capas que lo conforman. La incorporación de una grilla para controlar la fisuración refleja, como cualquier otra interfase, no debe reducir la adherencia significativamente.
Las condiciones de ejecución del recapado -así como las de instalación de las grillas- son determinantes para lograr una adecuada adherencia. Por tal motivo, son factores importantes a controlar: estado y preparación de la capa inferior, grado de fresado, tipo de ligante, tasa de riego y tasa residual de asfalto, temperatura y grado de compactación. También las características y propiedades de la grilla empleada: polímero, flexibilidad, tamaño de abertura de malla, tipo y porcentaje de impregnación, geotextil notejido integrado a la malla, entre otras.
Una correcta especificación de la grilla antifisuras y el control del proceso constructivo reducen a un mínimo la pérdida de adherencia entre capas, asegurando el desempeño del pavimento.
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