Las geoceldas son una solución ideal para todo tipo de estabilización y refuerzo de suelos. Pero hay que tener en cuenta que todo material polimérico que soporta aplicación de cargas tiende a deformarse con el tiempo. Este fenómeno, conocido como fluencia, hace que, en el caso de las geoceldas, se pierda confinamiento y estabilidad dimensional, lo que puede causar un fallo estructural. Si la banda polimérica de una geocelda se elonga más del 3%, el suelo de relleno pierde su confinamiento y por lo tanto su restricción de deformación lateral que hacía aumentar su capacidad soporte.
Entonces: ¿Cómo elegir las geoceldas apropiadas para mantener el confinamiento requerido y la estabilidad dimensional en toda la vida útil del diseño del proyecto?
Existen cuatro factores críticos que afectan la durabilidad de las geoceldas a largo plazo:
1) Módulo mecánico dinámico (rigidez elástica). Mide la capacidad de mantenimiento de la rigidez y propiedades elásticas sin deformación permanente o pérdida de geometría.
2) Deformación permanente (fluencia). Define la deformación permanente del material hasta el fin de la vida del diseño del proyecto bajo la carga específica diseñada.
3) Resistencia a la tracción. Define la resistencia para soportar la carga vertical transferida a las fuerzas de tracción del año (pared celular y soldadura).
4) Durabilidad frente al medioambiente. Se evalúa la resistencia a los agentes de oxidación, las reacciones químicas en el suelo, el calor, y radiación solar directa y difusa.
Dos tipos de geoceldas: ¿Cuál elegir?
Celdas resistentes a corto plazo: Estas geoceldas convencionales están hechas de PEAD (polietileno de alta densidad) y ofrecen mayor flexibilidad, por lo que son recomendadas para paisajes menos exigentes, cargas livianas y aplicaciones a corto plazo.
Celdas resistentes a largo plazo: Esta nueva generación de geoceldas está hecha de una nano aleación polimérica (NPA) llamada Neoloy®. Gracias a esto, están diseñadas para ser utilizadas en proyectos de largo plazo.
Neoloy® es una nueva aleación polimérica (NPA) que surge como alternativa al polietileno de alta densidad (HDPE), desarrollada para mejorar la resistencia y la durabilidad de los productos geosintéticos. Es una aleación fuerte, rígida y sostenible.
Las Geoceldas Neoloy® mantienen las propiedades de ingeniería a lo largo del tiempo. En comparación con las Geoceldas convencionales de HDPE, las Geoceldas Neoloy® mantienen una mayor rigidez, capacidad de carga y distribución de esfuerzos, a la vez que reducen la deformación. Son las adecuadas para aplicaciones a largo plazo.
Las características y condiciones del proyecto que determinan características como las dimensiones de las geoceldas, su resistencia a la tracción y la elección del material de relleno, también tomarán un papel fundamental en la elección del material de la geocelda. La vida útil, el grado de exposición a agentes externos, la magnitud de las cargas dinámicas y los costos serán fundamentales para definir la rigurosidad del material requerido para conformar las geoceldas.
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